jueves, 13 de octubre de 2011

Cuento Policial: Tres hombre bajo la lupa

Se llamaba María Dominguez, tenía 32 años y vivía sola en su casa de Don Orione. Vivía muy tranquila, hasta que la asesinaron. Según la policía fue asesinada en su cuarto mientras guardaba su ropa en el armario. En la pared del cuarto el asesino había dejado su marca. Era una carita feliz hecha con la sangre de la víctima.
Cuando el detective Pinto se enteró del caso, quiso investigarlo, ya que era un caso que no se daba todos los días.
El detective Pinto fue a la casa de la víctima, donde se encontraba la policía investigando.
-¿Algún sospechoso?- preguntó el detective
-Si- dijo el comisario Gómez
-¿Quiénes son?- preguntó el detective
-Un carnicero ruso, Igor Kolivenko, un florista, Daniel Pérez González y su vecino, Ramiro Lesheeld- dijo el comisario
-¿Tenían algún vínculo con la víctima?- preguntó Pinto
-Por lo que sé, la víctima tuvo una discusión poe el precio del pollo con el carnicero, se peleó con el florista porque no le quiso dar las últimas rosas que tenía, y parece ser que Ramiro, su vecino, fue alguna vez su novio, pero terminaron por razones que se desconocen-
-¿Dónde los puedo encontrar?- preguntó Pinto
-Están siendo interrogados en la comisaría- dijo el comisario
El detective Pinto partió hacia la comiaría. Allí se encontraban los tres sospechosos, siendo interrogados por el sub-comisario López. El detective Pinto se acercó y le pidió al sub-comisario si los podía interrogar él. El sub-comisario accedió sin problemas.
-¿Quién fue?- preguntó Pinto
No se escucho ni un sólo ruido
-La víctima murío a las 16:37, ¿qué hacían a esa hora?- preguntó Pinto
-Yo estaba con un amigo comiendo facturas y tomando mates- dijo el florista
-Yo estaba viendo el partido de Tiro Federal contra Sacachispas- dijo el vecino
-Yo estba comprando carne para el negocio- contestó el carnicero en su pésimo castellano
-Saben que la víctima fue asesinada con un cuchillo ¿no?- dijo Pinto
El carnicero reaccionó
-¡Ah! miren, lo tengo acá- dijo el detective que agarró el cuchillo que estabaadentro de la bolsa, sobre la mesa. El detective olfateó el mango del cuchillo
-Mmm- suspiró Pinto- Tiene un olor muy particular, diría que un olor a carne-
El carnicero estaba transpirando, mientras que los otros dos estaban muy tranquilos
-¿Algo para decir Igor?- preguntó el detective
-¡Esta bien!- dijo el carnicero con mucha dificultad- ¡Fui yo!-
-¿Por qué?- preguntó Pinto
- Es que en la pelea que tuvimos me gritó que era un ruso ignorante, que no se me entendía nada de lo que decía- dijo Igor muy trabado
-Ya veo porqué- dijo Pinto
El detective llamó al sub-comisario para que se lo lleve, pero cuando ya estaban por ir, el detective se acordó de algo.
-Espera, espera, ¿porqué la cara feliz en la pared?- preguntó Pinto
-Era una pequeña trampita, para que no sospecharan de mí- dijo el carnicero
-Que lástima, te descubrí igual- dijo Pinto
El sub-comisario se llevó al ruso al patrullero
-¡Ah!, me olvidaba de ustedes dos- dijo el detective- Perdonen por haberlos metido en este problema, pueden irse, pero cuidado con lo que hacen-
El detective Pinto se fue a su oficina contento, sabiendo que pudo resolver el caso.

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